Me peinan. Llego al trabajo peinado de casa (soy de los que no sale de casa -ni que sea por un momento- sin peinar), pero entre el trabajo previo en la redacción y que no soy un peluquero profesional, lo cierto es que necesito pasar por peluquería antes de aparecer en pantalla.
Tras cambiarme de ropa y pasar por maquillaje, llego con los compañeros de peluquería hacia las 6:15h (el Telediario empieza a las 6:30h) y como no tengo melena, me suelen peinar en unos 10 minutos: básicamente algo de plancha, varios peines y laca, muy importante para que no se muevan los pelos más rebeldes.
Y lo que más disfruto son las conversaciones con las peluqueras: es un momento de relax y de risas, para llegar genial a plató, no solo por fuera. Podéis ver el resultado en este resumen de mi trabajo de los últimos días: